Basamos todo nuestro quehacer institucional en la verdad absoluta de Dios, expresada en Su Palabra, que es inspirada, infalible y perfecta; por ella fue creado todo lo que existe. Creemos que la Biblia  es la Palabra de Dios, centrada en el Señor Jesucristo y Su obra redentora, base de toda ciencia, sabiduría y conocimiento, y útil para formar una generación arraigada en la fe en Cristo. Salmo 33:4, 6; II Tim. 3:15-17; Juan 6:63, 17:17; Lucas 24:27; Colosenses 2:3, 6-7; II Pedro 1:19-21

Es nuestra prioridad contribuir a la formación integral de los estudiantes. Una educación Cristocéntrica integra la fe en el proceso enseñanza-aprendizaje y está basada en la centralidad y autoridad de Jesucristo, quien tiene la preeminencia en todo lo que creemos, decimos y hacemos. A través de ésta preparamos a nuestros estudiantes para que puedan pensar y vivir como discípulos de Jesucristo, impactando a la sociedad y dando gloria a Su nombre. Lucas 2:52; Juan 14:6; I Corintios 3:11; Colosenses 1:15-20, 2:2-3, 2:6-10, 3:23; Deuteronomio 6:4-9.

Dios nos ha llamado a ser esforzados y dar lo mejor en todo lo que hacemos. Entendemos la excelencia como un proceso de mejora continua que tiene como prioridad el desarrollo integral de los estudiantes, buscando que cada uno sea formado espiritualmente y desarrolle su máximo potencial a través de un programa de alto rigor académico. Como promesa de valor, propiciamos una comunidad de gracia en la que nos esforzamos por glorificar a Dios en la gestión académica y administrativa. I Corintios 10:31; Colosenses 3:23-24; Efesios 4: 14-15; II Timoteo 3:14; Proverbios 3: 5-6, 22:6; II Timoteo 2:15; Lucas 2:52; Deuteronomio 6:6-9.

El servicio es un mandato de Dios que involucra todo nuestro quehacer. Estamos llamados a servir a Dios y a los demás con amor, humildad y gozo, siguiendo el modelo de Jesucristo. Como institución educativa animamos a nuestra comunidad educativa a ser siervos-líderes y a trabajar en equipo. Proveemos oportunidades para que nuestros estudiantes puedan servir a otros practicando la misericordia, la justicia y la solidaridad como aspectos fundamentales del carácter cristiano, y así cumplir la Gran Comisión. Mateo 20: 28, 28:19; Juan 13:14-16; Efesios 4:12; Colosenses 3: 23-24; Filipenses 2:3-4; I Corintios 12: 1-31; Miqueas 6:8.

La Palabra de Dios nos manda a caminar en integridad, mostrando coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos, en pos de la medida del carácter de Cristo, por lo que nos mantenemos siempre apegados a la rectitud moral y espiritual, y en esa misma dirección instruimos y guiamos mediante el ejemplo a los estudiantes y a nuestro personal. Proverbios 4:23, 6:16-19, 10:9, 11:3,5; 23:7; Efesios 4:13; Mateo 7:12; Sal. 15:1-2, 84:11; I Juan 2:6; Zacarías 8:16-17.

La mayordomía es un concepto integral que se fundamenta en el señorío de Jesucristo. Como siervos, procuramos darnos primeramente a Él y ser hallados fieles en la administración del tiempo, el capital humano, recursos materiales, económicos, espirituales y talentos que Dios nos entrega, así como en la administración de la justicia, la toma de decisiones, y el cumplimiento de nuestros deberes personales y compromisos económicos, reconociendo que a Él tendremos que dar cuenta. Lucas 12:42-44, 19:12-26; Mateo 25:15-30; Efesios 5:15-16; II Cor. 8:3-5; I Cor. 4:1-2.